√ 12 consejos para el bienestar de tu perro


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Añadimos 12 consejos que sirven para mejorar, prevenir y alimentar la buena relación entre nosotros y nuestro perro. Sus necesidades básicas deben estar cubiertas, y debemos conocer cuáles son.

¿Necesidades básicas de un perro?

Comer, dormir y el veterinario. -> FALSO Del mismo modo que las personas, los perros necesitan relacionarse, comunicarse con los demás, sentirse seguros, tranquilos…

Veamos los consejos:

1. Respeta sus necesidades

Además de atención veterinaria y una buena nutrición, para un correcto bienestar un perro necesita: Salir a pasear cada día:

Unas 3 veces al día con paseos de 1 hora de duración cada uno.

Contacto social:

Para su equilibrio emocional necesita estar el mínimo tiempo solo. Cuando estéis en casa dejad que pase el máximo posible de tiempo con vosotros en la misma habitación.

Jugar:

El juego es tan importante para un perro como para un niño. El juego debe ser parte de la rutina diaria para enriquecer y estimular la inteligencia y bienestar de vuestro animal.

No se juega “cuando apetece”, se juega “cada día”

2. Aprende su lenguaje

Uno no podría vivir en China sin saber el idioma, y nuestro perro vive con nosotros sin poder aprender el nuestro. Debemos esforzarnos nosotros por aprender el suyo.

Todo lo que dicen, nos lo pueden decir con las orejas, zona de la boca, posición del cuerpo, el pelo y el rabo.  Para aprender más, aquí os vamos guiando: Lenguaje canino

3. Siempre que haga algo bien, prémiale

Nuestro perro quiere saber qué esperamos de él. Cuando tenga una conducta adecuada hay que premiarle con una golosina, una caricia o una palabra amable. Así, nuestro perro decidirá que esa conducta vale la pena repetirla, porque recibe un premio a cambio. No hay que esperar a que el perro se equivoque para castigarle, es más efectivo y mucho mejor para fortalecer el vínculo perro-dueño que le premiemos cada vez que haga algo bien.

Aquello que queremos que repita, lo repetirá si siente que se le apoya.




¿Cómo premiar a mi perro?

La decisión de premiarle con salchichas, golosinas para perros, caricias o mimos depende del perro.

Debemos preguntar al veterinario qué podemos darle para que no le siente mal. No olvidemos que hay perros a los que les sienta muy mal un trozo de queso, a pesar de que le encanta.

Adiestramiento de obediencia:

Aprender las órdenes básicas es muy útil para controlar al perro durante el paseo, si hay visitas, etc. Hay que buscar siempre la ayuda de un educador canino que no use castigos, sino que use el llamado “refuerzo en positivo” para que os guíe en la educación básica de vuestro amigo.

4. No recompenses lo que no deseas

A menudo premiamos sin querer conductas que, con el tiempo, pueden ser molestas.

boxer jugando




Muchos perros aprenden a utilizarlas para conseguir lo que quieren.

Por ejemplo: Si siempre que a un niño le da una pataleta acabamos dándole lo que quiere, aprenderá que, para conseguir ese nuevo juguete, esa golosina, o no comerse la cena, sólo tiene que empezar una pataleta y acabaremos cediendo.

Los perros hacen lo mismo. Todo aquello que hemos premiado sin darnos cuenta, luego es muy difícil de cambiar. Por tanto lo primero es la prevención. No darse por vencido nunca, ni siquiera por “quitárnoslo de encima”

Si el perro:- Ladra- Salta sobre la gente: ¡Ojo! De pequeño puede ser gracioso, pero tu perro va a crecer y ya no será gracioso. Todavía menos en la calle.- Muerde brazos y manos, aunque sea jugando.- Golpea o araña con las patas: Muy típico cuando quieren pedir que les des comida de la mesa.

No hay que caer nunca en este truco. Nunca prestéis atención a estas conductas. Hay que ignorarlo totalmente hasta que se comporte de forma calmada. Si premiáis, aunque sea una sola vez, estas conductas, el perro puede volver a mostrarlas. Porque si “una vez funcionó” en su cabeza cabe la posibilidad de que “vuelva a funcionar”.

Recordad Ignorar: No mirarle, No hablarle, No tocarleAunque os toque la fibra sensible, recordad que no se trata de “pobrecito, lo está pasando mal”.

La realidad es que vuestro perro intenta chantajearos para conseguir lo que quiere.



5. Promueve un comportamiento calmado

Silencio. El perro está durmiendo, no le despertéis. ¿Os suena? Pues hay que hacer lo contrario. Aprovecha cuando el perro está tranquilo para acariciarlo, darle un premio (refuerzas que esté calmado), sacarle de paseo o jugar un poco. De esta manera, el perro entenderá que si se comporta de forma tranquila consigue todo lo que le gusta, y poco a poco irá adoptando un carácter más tranquilo y reposado gracias a vosotros.

Atención: No es malo que vuestro perro tenga mucha energía, pero si no le premiamos cuando está tranquilo, su conducta puede generarle estrés. Un perro estresado lo pasa mal y suele haber consecuencias por mal comportamiento. 

6. Evita el castigo

Las principales asociaciones nacionales e internacionales de etología y educación canina recomiendan el “adiestramiento en positivo”. Ésto es, educar con recompensa y eliminar el castigo.

Importante: El castigo, sobre todo físico, puede afectar muy negativamente al bienestar del perro, deteriorar el vínculo de afecto que tiene con sus propietarios, e incluso puede provocar que aparezcan serios problemas de miedo y agresividad. El castigo puede darnos muchos problemas. Mucho cuidado con eso.

Tan pronto como se acepta un cachorro hembra, se debe decidir si se cría o no. Si decides no criar, entonces hazte el procedimiento tan pronto como sea posible. Te ahorrarás muchos dolores de cabeza y dinero a largo plazo. Por supuesto, este tema es evidente para cualquier raza de perro




 7. Enseña a tu perro a hacer sus necesidades

  • Si es un cachorro y estamos delante: Debemos intentar anticiparnos al momento en que tiene ganas de orinar o defecar.  Suele ser: – Después de comer, jugar o al despertarse. – Cuando olisquea el suelo mientras camina haciendo círculos cada vez más cerrados. Al menos indicio, lo llevaremos al lugar adecuado, esperaremos que termine de hacer sus necesidades y le premiaremos de inmediato.
  • Si estamos en la calle: – Premiaremos al perro si hace sus necesidades en la calle: Una golosina, un “muy bien”, etc. – Si ya han orinado y defecado, alargaremos el paseo un rato antes de volver a casa. Si nos vamos enseguida a casa, el perro puede aprender a aguantarse para evitar que termine el paseo.
  • Se queda solo y no podemos supervisarle: – Preparamos un espacio reducido para que el perro pueda estar. – Colocamos la comida, el agua y la cama del perro en un rincón. – En el lado más alejado de la comida, colocamos algunos papeles de periódico. Nunca castigaremos al perro por haber hecho sus necesidades en un lugar inadecuado. Eso puede causar que el perro empiece a hacerlo cuando no estemos e intente esconder los restos para evitar castigos. Mucha paciencia. No podemos pedirle a un bebé que controle sus pipís, del mismo modo que no podemos hacerlo con un cachorro hasta los 5 o 6 meses. Tampoco podemos pedirle a un perro que aguante sus necesidades durante 8 horas seguidas. Seamos conscientes que si un perro hace sus cosas dentro de casa, no ha sido por gusto o pereza. El pobre no aguantaba más. Si encontramos pipis o excrementos en casa, limpiaremos el sitio sin usar productos que contengan amoniaco. Así no habrá rastro del “cuerpo del delito”.

 8. Si se queda solo, que no se aburra

A veces no hay más remedio que dejarles solos más tiempo del que querríamos.

Es muy importante que tu perro tenga algo que hacer cuando no estás, sino puede aburrirse e intentar entretenerse mordiendo muebles, sacando ropa del armario, ladrando, u otros comportamientos de puro aburrimiento. Los juguetes que tenemos no suelen servir de mucho.

¿Quién quiere una pelota si nadie la lanza? Para estos perros aburridos existen:

  • Objetos comestibles para perros, como los que tienen forma de hueso y están hechos de piel comestible.
  • Juguetes que pueden rellenarse con comida: Puedes llenarlo con pienso o golosinas y el perro tendrá que mover el juguete con la boca y las patas para conseguir sacar el premio. Lo que le llevará un buen rato.
  • Juguetes interactivos: Para conseguir el premio, el perro debe resolver un pequeño problema. Mover una palanca, empujar una bola, levantar una tapa… Hay muchos niveles de dificultad. Se recomienda empezar con los más sencillos, estando tú a su lado para darle pistas, y poco a poco puedes ponerle juguetes más complicados. Así, mientras juegan aprenden y estimulan su inteligencia.

9. Acostumbra a tu perro a ceder el plato de comida

Este tema es muy importante tratarlo en el momento que el perro llega a casa.



Un perro tiene que poder comer tranquilamente sin importarle que la familia o las visitas pasen por su lado. ¿Cómo conseguirlo? – Mientras el perro come, nos acercamos de vez en cuando para poner en su plato un premio.

Cuando llevemos unos días dejándole premios mientras come, nos acercamos y le acariciamos mientras dejamos otro trozo de comida sabrosa en su plato.

Si ha terminado de comer, nos llevaremos el recipiente. Si nuestro perro todavía está junto a su plato, le daremos a cambio del plato una golosina.

Importante: Ésto sólo se debe hacer cuando el perro nunca se ha “enfadado” mientras come. Si el perro muestra alguna señal de agresividad al acercarnos al plato debemos consultar con un educador.

10. Crea asociaciones positivas

A lo largo de su vida, tu perro se encontrará con situaciones nuevas que no le serán agradables. Ir al veterinario, bañarse, limpieza de oídos…

Es importante que se acostumbre a esas situaciones poco a poco y que las asocie con experiencias positivas.

Las relaciones sociales/Socialización: Para favorecer una actitud sociable, un cachorro debe tener contacto con personas y otros perros durante sus primeros meses de vida. Especialmente desde la 3a a la 12a semana.+




Cuando más contacto tenga, menos miedos y problemas de socialización tendrá después.

Contacto con las personas: Siempre que nuestro perro se acerque o deje que se le acerquen con actitud amistosa, es importante premiarle con caricias y un tono agradable. No importa la edad o sexo de nuestro perro, siempre debemos premiarle.

Rutinas que pueden ser desagradables, una situación, nueva o no, puede asociarse con una mala experiencia. Por ello debemos empezar por llevar siempre encima golosinas para nuestro perro. Esperar que esté tranquilo antes de entrar al veterinario, intentar bañarle, etc.

Distraerlo con las golosinas cuando empezamos una actividad que no le gusta. Premiarle al final con lo que más le guste y dejar que se relaje a sus anchas.

11. Ser consistentes

Si quieres que los consejos sean eficaces, depende de ti y todos los relacionados con tu perro. Hay que ser muy paciente y no darse por vencido.



Siempre actuaremos de la misma forma delante de la misma actitud o conducta de nuestro perro.

Todos los miembros de la familia deben aplicar las mismas normas de educación para el perro. Si no vais “todos a una” aunque cuatro lo intenten, si un quinto le da de comer en la mesa o responde cuando ladra, el esfuerzo de los cuatro no servirá de nada.

Estas normas se aplican a cualquier visitante. Si habéis decidido que no se premia al perro cuando salta encima de alguien, las visitas tienen prohibido premiarles. Es importante hacerles saber que la buena educación del perro depende de eso. 

12. Ante la duda, pide ayuda

Si consideras problemática cualquier conducta de tu perro (ladra, causa destrozos, muestra miedos, gruñe a la familia, hace pipis por casa…) busca siempre la recomendación de tu veterinario.

Muchas veces estas conductas pueden mejorar y hasta eliminarse con un buen diagnóstico y un buen tratamiento de conducta. 

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