A la hora de mirar por la salud de nuestro perro son varios los aspectos a tener en cuenta. Uno de los puntos fuertes en los que hemos de incidir será el cuidado de sus orejas, ya que la otitis será uno de los problemas y enfermedades más frecuentes con las que nos podemos encontrar.
Por ello os propongo una serie de consejos prácticos para el mejor cuidado de las orejas de vuestras mascotas y, por consiguiente de los oídos. Bien es cierto que no siempre van a ser técnicas infalibles que nos garanticen que no va a tener nunca esa afección, ya que hay determinadas razas más sensibles a ello y que las sufrirán igualmente, pero podremos minimizar las posibilidades y además nos ayudarán a un mejor mantenimiento de nuestro perro.
Para empezar, hay que señalar para los que no sepáis (y aunque próximamente entremos en una visión más detallada) qué es la otitis, se trata de una inflamación del oído que le provocará dolores que serán mayores según la gravedad de la infección, pudiendo incluso convertirse en crónica. Cuando ya haya sido detectada será necesario que sea el veterinario el que se ocupe de darle un tratamiento, por lo que ahora simplemente entraremos en los preliminares que intentarán que lleguemos a ese momento.
Como os comento hay razas de perros que están más predispuestas a sufrirla como el caso de los que tienen las orejas pendulares, es decir, las orejas caídas, así como largas ya que no tienen ventilación en el oído como otros. Sin embargo no son los únicos, porque los factores ambientales también pueden contribuir como agentes extraños, así que habrá que extremar la limpieza con ellos.
Limpieza del pabellón auditivo
Aquí vas a encontrar
Como una de las medidas fundamentales que tenemos que tener en cuenta a la hora de cuidar los oídos de nuestro perro, es la limpieza de las orejas. Al menos una vez cada tres semanas más o menos, dependiendo de la raza, si ha salido al campo o similar, será necesario que le dediquemos unos minutos a esta tarea.
Para empezar desechad la idea de usar bastoncillos o similares que podáis tener en casa, ya que si para nosotros no son recomendables, tampoco lo serán para ellos. De hecho, lo único que podéis conseguir usándolos es acumular más si cabe la cera y empujar los posibles agentes hacia el interior del oído, por lo que incluso se podría agravar su estado si es que ya tiene algún síntoma.
Así, que si el veterinario no os ha dado ninguna indicación especial para vuestra raza y tipo de perro, lo más adecuado será usar una gasa o un algodón y no insistir más allá de lo que vemos, no ahondar nunca. Para llevarlo a cabo lo normal será usar algún tipo de solución específica para esa limpieza que os haya indicado el mismo veterinario, se la aplicáis en el oído, frotáis con ligeros masajes y elimináis los restos con el algodón o siguiendo las indicaciones del fabriacante si es que son distintas. Si no utilizáis ningún producto específico (que es lo ideal y por lo que hay que optar siempre), yo me inclinaría simplemente por agua templada donde empapar el paño e ir limpiando lo que vemos, pero no será más que una limpieza mucho más externa y menos específica.
Eliminación de objetos extraños
Muchas veces cuando volváis del campo o de dar un paseo, podrían haberse metido espigas (tan típicas ahora en las épocas estivales y que a mí, personalmente, me han dado muchos quebraderos de cabeza), hierbas, ramas o similar, por lo que sería conveniente echarles un vistazo y si hubiese algo quitárselo, siempre que esté a la vista, una vez más, nunca os metáis a hurgar en los oídos ya que podría ser muy perjudicial.
Corte de pelo
Otra de las técnicas que hay que tener en cuenta para evitar las otitis, es mantener el oído libre de pelo. Por ello, será conveniente arrancarlos con una típica pinza de depilar. Muchas veces no será fácil porque no se dejarán, la depilación nunca es un planto de gusto, y con algún perro especialmente sensible nos podríamos encontrar ante una mala situación, así que si no os atrevéis, optad o bien porque lo haga vuestro veterinario o peluquero o, en su caso, por cortar ese pelito bien al ras.
Durante el baño
Hace unos días, cuando tratábamos el tema del baño del perro algunos apuntasteis el uso de tapones de algodón o papel higiénico en sus oídos para lavarle. Pues bien, ésta puede ser una buena técnica para evitar que les entre agua o jabón en el conducto auditivo, lo cual es muy práctico si son sensibles al agua y propensos a este tipo de enfermedades que venimos tratando.
Como veis son unos consejos muy básicos que no os costará nada llevarlos a cabo y podrían salvaros de muchos problemas, ya sabéis lo que dice, mejor prevenir que curar.