Los perros tienen uno de los mejores sistemas digestivos de toda la fauna. Algunos piensan que es bastante delicado, pero lo cierto es que es avanzado para una especie como los canes. Una de las claves de la alimentación es entender el sistema digestivo: Cómo funciona, cuáles son sus claves y que capacidades tienen para digerir los alimentos son los puntos principales que trataremos en este post.
Comenzaremos recordando que los perros son animales carnívoros, pero por naturaleza su organismo muestra una mayor tendencia a comportarse como omnívoros, y quizás de ahí que tengan un sistema digestivo más desarrollado que otros animales cercanos, como los gatos. No obstante, su aparato digestivo no está diseñado a nuestra imagen y semejanza, con lo cual conviene recordar siempre los alimentos no recomendados para perros.
Principales características del sistema digestivo canino de principio a fin
Comenzando por el olfato como parte previa, los perros tienen 10.000 veces más sensibilidad que el olfato humano. De hecho, huelen por capas y son capaces de descomponer cada uno de los alimentos que componen una comida. De ahí su característico sonido olfativo al oler cualquier cosa, pero este tema lo trataremos en profundidad más delante.
En su mandíbula disponen de 42 dientes diseñados para cortar, desgarrar y triturar , algo propio de los carnívoros. El esmalte de sus dientes por el contrario, es aproximadamente cinco veces más fino que el esmalte de un diente humano, y de ahí que nosotros como dueños podamos ejercer una labor preventiva con el cuidado de la higiene oral.
Siguiendo por la boca, los perros tienen menos papilas gustativas que los humanos, en contraprestación a su avanzado olfato. También, el pH de su saliva es más alcalino que el humano , y sus propiedades le permiten hacer una pequeña predigestión de los carbohidratos. Pasando al estómago, vemos que está diseñado para hacer frente a grandes cantidades de comida, puesto que sus paredes son muy expandibles.
Interiormente, el pH del estómago canino es mucho más ácido que el humano, característica que les permite la digestión de huesos animales, tales como alguno de pollo, y ayudan a la destrucción de bacterias nocivas que puedan haber sido portadas con la comida: Por ello, los perros pueden comer un trozo de comida del suelo o ligeramente manchado de tierra, por ejemplo, que potencialmente podría contener bacterias perjudiciales, pero mueren en el estómago y no pasan al organismo.
Por último, ya en el intestino, el tiempo de tránsito suele estar entre las 12 horas como mínimo y las 30 como máximo, una digestión realmente rápida si tenemos en cuenta que en humanos hablaríamos de un plazo entre 30 horas a cinco días. La fermentación bacteriana tiene lugar en el intestino grueso.
Muy interesante, lo del olfato no me deja de sorprender.
Hola soy nueva por aca. 😉 A mi tambien me sorprende lo del olfato.