Los espacios naturales son el mejor lugar para salir a pasear con nuestro perro. El contacto con la naturaleza es lo que hace que nuestra mascota pueda correr y se sienta mucho más contento. Por ello la mayoría de nosotros aprovecha para darse escapadas con su perro a parajes naturales rodeados de vegetación. En primavera es una buena alternativa, pero cuando llega el verano debemos andarnos con más cuidado, ya que existen muchos peligros que acechan a nuestro perro, como las espigas secas, uno de los principales enemigos de su salud.
En verano, con la llegada del calor es cuando las plantas se secan, y la hierba suelta una especie de espigas
Aquí vas a encontrar
Las plantas siguen su ciclo natural de crecimiento, desarrollo y muerte. Precisamente en verano, con la llegada del calor es cuando las plantas se secan, y la hierba suelta una especie de espigas que se clavan con facilidad en los tejidos y en el pelaje de nuestros animales. La finalidad de esto es difuminar su semilla por diferentes lugares, y para ello estas plantas tienen una serie de filamentos duros que son los que hacen que se adhieran a cualquier superficie.
En el caso de nuestros perros las espigas se incrustan a todo tipo de pelo, simplemente con que el animal se pasee por una zona llena de ellas acabará plagado de pequeñas espigas que le pueden causar algún que otro disgusto, ya que su estructura está diseñada para que se claven, ya que terminan en punta, y poco a poco, a medida que el animal se mueve, acabarán por clavarse en la carne y causar en nuestra mascota infinidad de infecciones y malestar que pueden llevar incluso a obligar a operar para extraer ese cuerpo extraño causante de una infección.
Visto de esta manera parece un proceso sencillo y rápido, pero no lo es tanto, ya que simplemente es el producto de un largo tiempo en el que la espiga ha estado adherida a una determinada parte del cuerpo de nuestro perro. Durante este tiempo, ayudada por el movimiento que éste hace al andar y correr, la espiga se irá introduciendo en la carne y causando infinidad de malestar, picores e infecciones en nuestro animal. Esta situación es tan grave que la espiga puede incrustarse en el pellejo de nuestro perro y causarle infecciones que lo hinchen y lo llenen de líquido y pus que le dará fiebre y malestar, obligando a operarle para extraer el cuerpo extraño y sanar su herida.
Como detectar una espiga clavada en nuestro perro
A pesar de tratarse de un enemigo silencioso que en la mayoría de los casos pasa inadvertido, las espigas pueden detectarse, y a pesar de que nuestro perro no puede decirnos lo que le pasa nos tiene que bastar con observarlo para darnos cuenta de que algo no va bien. Es fundamental que nos demos fijemos en su reacción sobre todo cuando hemos estado con él en el campo.
Uno de los primeros síntomas que muestra de que se le ha clavado una espiga es que se tiende a morder en una determinada zona. Muchas veces en vez de esto lo que hacen es rascarse, ya que ellos notan que algo extraño está en su cuerpo. Otro gesto que suelen hacer es detenerse mientras caminamos para morderse alguna parte del cuerpo como si quisieran quitarse de encima lo que les molesta. En estos casos debemos prestarle atención y no pasar por alto estos signos de que una espiga puede estar acechando.
Otra cosa que suelen hacer es estornudar y golpearse con el morro en el suelo constantemente cuando se les ha metido una espiga en la nariz, ya que esto también es muy habitual en muchos perros al olisquear el suelo. Pero muchas veces nuestro perro no nos avisa con tiempo de que tiene una espiga, y se le clava. En este caso debemos darnos cuenta de que el estado de ánimo del perro decae, además de presentar algunas zonas del cuerpo hinchadas. En este caso es necesario que acudamos a un veterinario para que lo examine y extraiga el cuerpo extraño que tiene dentro de su cuerpo.
Métodos de prevención para evitar que se clave una espiga nuestro perro
Seguro que después de lo expuesto anteriormente la mayoría de nosotros piensa en dejar de salir a pasear con nuestro perro al monte donde puede clavarse espigas. Esta no es la solución, ya que es necesario que el animal esté en contacto con la naturaleza y haga deporte. Por ello es necesaria la prevención. En primer lugar debemos evitar que las espigas se le peguen al pelaje, y por ello con la llegada del calor cortaremos el pelo a nuestro perro si este lo tiene largo. No solo evitaremos la atracción de espigas, sino que además lo ayudaremos a soportar mejor el calor.
Evitar las zonas plagadas de hierba seca es fundamental. En el monte existen muchos sitios en los que estar con nuestro perro, y por ello es esencial evitar aquellos que sean potencialmente peligrosos, pues a pesar de parecer que no hay espigas, las hay, y seguro que se acabarán pegando al pelo de nuestro perro. A pesar de evitar las zonas llenas de hierba seca, es necesario que al regresar a casa de pasear por el campo revisemos a nuestro perro con detenimiento para descartar la posibilidad de que se le haya clavado alguna espiga.
Es importante que al realizar estas revisiones nos centremos más en las partes más vulnerables como son las patas, concretamente las almohadillas, que es donde se sueles esconder las espigas. Es necesario que revisemos cada una de las comisuras y recovecos que hay en sus patas pues en estos lugares se suelen almacenar las espigas con facilidad, además de ser un sitio en el que nuestro animal no se suele dar cuenta de que tiene un cuerpo extraño, por lo que no nos avisa.Otras partes a tener en cuenta son los pliegues de la piel en razas que los tengan o partes como la cara interna de las patas o las orejas, concretamente la cara interna de las mismas. En estas zonas debemos prestar especial atención a la hora de revisarlos, ya que tienen recovecos y escondites en los que las espigas suelen quedarse. Si encontramos alguna lo único que hay que hacer es quitarla para que no se clave.
Mi perro lo pasa fatal con las espigas. Se le clavan sobre todo entre los dedos de las patas y le han llevado a hacer verdaderas heridas. Pero no sólo eso, el las orejas se le incrustan también y, a pesar de que intentamos revisárselas siempre, le ha generado hasta otitis y luego lo pasa fatal el pobre. Ahora como él mismo sabe que no le vienen nada bien ni se acerca a las zonas en las que haya espigas.
Realmente hay que tener cuidado con este tipo de cosas que aunque parezcan tan inofensivas pueden tener resultados bastante malos.
Un post muy útil, como ya comenté cuando envié las fotos y la historia de mi perro, Danko ya tuvo un problema debido a las espigas. Se le introdujo una de éstas en el oído creándole una infección tal que tuvieron que dormirlo para extraersela y limpiarle en profundidad. Recuerdo que al principio lloraba mucho, y yo lo pasaba mal porque no sabía a qué se debía; hasta que la infección pasó del oido interno al externo y ya se veía donde estaba el problema, no me quiero imaginar lo mal que lo pasó el pobre.
Danko tiene el pelo muy largo, por lo que siempre vuelve con varias espigas en el cuerpo; así que cada vez que vuelve de paseo me toca hacerle una revisión, más vale prevenir..
Desde luego suiseisseki, los oídos son una parte importante que también hay que cuidar mucho. Es cierto que no es tan sencillo que se claven en esta parte del cuerpo, pero aún así hay que cuidar y revisar también esta parte.
Uf, no lo sabía, pero bueno, tendré más cuidado a partir de ahora, mi perra es westy y se le enreda en el pelo de la barriguita y las patas de todo. No hay día que no tenga que quitarle «corremoños», alguna ramita pequeña o cosas así de las almohadillas de las patitas o del pelo.
Encima de las cosas que más le gusta es ponerse panza arriba en el césped del parque y dar vueltas sobre su lomo con los ojillos entornados (yo la dejo, pero luego la examino a fondo antes de proseguir la marcha por si lleva algo que le pueda hacer daño).
Grace, los westy tienen mucho peligro por la largura de su pelo. Un buen cepillado después de volver a casa, además de una pequeña revisión de patas y rincones del cuerpo servirá para evitar las espigas.
A mi perra que era una Setter Irlandés, se le enredaban en las orejas entrandole en el conducto auditivo y le producían otitis ,así que opté por cortarle el pelillo de la entrada de la oreja y de las patas…a parte de no dejarla entrar en zonas de hierba alta-seca y si entraba le ponía bolitas de papel en el oido como cuando la bañaba.Y cada vuelta a casa era una inspección de bichos y esas espigas que se le pinchaban entre la patita y las uñas, que le llegarón incluso a hacer heridas.
Cortandole el pelillo de las orejas , no volvi a llevarla al veterinario porque no volvió a pillar otitis.