Cómo bañar a tu perro en casa (III): El Secado


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secado del perro

Seguimos con la tercera y última parte de los pasos básicos a seguir para el baño de su perro en casa. Hasta ahora hemos abordado unos momentos previos que nos han preparado adecuadamente para la tarea pasando a continuación a ver cómo debemos meterlos en la bañera y propiamente proceder al lavado. Por lo tanto ahora toca otro momento bastante delicado, el secado.

Como un punto más en la higiene de nuestro perro y para completar la limpieza será necesario que los sequemos bien. Este punto unas veces resultará fácil si nuestro compañero está acostumbrado y es dócil, pero otras, se puede convertir en una auténtica odisea. Así que pasemos a ver unos cuantos consejos de cómo hacerlo.

1. Secado con toalla

Una vez que cerréis el agua es muy probable que la excitación vuelva a vuestro perro de golpe por lo que, una vez más, os deberéis de mostrar firmes y estar lo más calmados posibles de forma que ellos lo noten. Será inevitable que lo primero que haga sea sacudirse el agua del cuerpo, lo que será una verdadera explosión con la que podemos acabar muy mojados (cosa que no es problema porque como vimos en el primero de los pasos llevamos ropa adecuada para ello). Así que estad preparados.

Como hemos colocado la toalla bien cerca la cogeremos y le envolveremos para sacarle de la bañera. Aquí ya podemos comenzar con este primer secado a fin de eliminar la humedad lo máximo posible. En este punto lo que tenéis que debéis hacer es seguir la dirección del pelo, será una forma de evitar nudos si es que el perro tiene el pelo largo.

bañar al perro y secar

2. Secado con secador

Y una vez que la toalla ha hecho su parte, llegamos al momento más odiado para muchos canes: el uso del secador. El ruido de estos aparatos y su funcionamiento les suele molestar en exceso por lo que, en ocasiones, será muy complicado conseguir que se estén quietos, pero hay que hacerlo. Una forma de evitar este miedo es que desde pequeños se vayan acostumbrando a ese sonido y, al final, lo verán como normal, a mi perro hoy por hoy no le molesta en absoluto, de hecho hasta le gusta, así que se puede conseguir el normalizar la situación.

Es importante que la temperatura esté bien ajustada. Básicamente que no está muy caliente porque les podríamos quemar y, además, habrá que mantener el secador a una distancia prudencial, no se lo peguéis al pelo porque estaríamos en las mismas, les quema.

Con partes como las orejas debéis tener especial cuidado porque son sensibles, por lo que no les enfoquéis directamente hacia los oídos, además de ser desagradable, les podríamos hacer daño.

Para este paso (y siempre que estemos ante un perro de pelo largo de nuevo) estaría bien servirnos de un cepillo a la vez que secamos, sin embargo no siempre será fácil según las condiciones, así que si no nos lo permiten, el cepillado lo dejaremos para el final. Es que es necesario secarlos bien, sobre todo, en épocas más frías y no tanto en las calurosas, porque tener consecuencias desfavorables para su salud.

Ahora ya tenemos un perro perfectamente limpio y aseado, si en este momento queréis echarles un poco de colonia especial para ellos, rematáis la faena del todo. Eso sí, como consejo final os diría que le prestéis atención en ese momento en el que la sesión haya terminado porque lo normal es que se revuelquen donde pillen. Si estáis en casa, como es el caso que nos trata en este momento, no pasará más, pero si estáis en un lugar abierto podrían volver a ensuciarse.

18 Comentarios

  1. Alejandro Bosque
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