Transportines rígidos, ideales para los viajes largos

Ahora que el verano ya empieza a asomarse y nos queda a la vuelta de la esquina, es inevitable que comencemos a pensar en las ansiadas vacaciones, en los viajes que podemos hacer y en todos los sitios a los que podemos ir. Por ello son varios los preparativos que nos tenemos que plantear entorno a nuestro perro, como es en este momento el tema de cómo elegir un transportín apto para acomodarles durante los trayectos.

Como son de lo más variados los que nos podemos encontrar en el mercado, empezaremos por referirnos a los rígidos que, a mi parecer y según la opinión generalizada, son el mejor sistema para los viajes largos y en los que mejor acondicionado va a ir nuestro perro. Por lo tanto, he aquí unas razones y modos para comprar el transportín más adecuado a nuestras necesidades.

Para empezar, decir que los transportines son una especie de jaulas de plástico duro o PVC, dispuestos con rejas en el frente a modo de puerta (a veces también en el techo) y con aberturas laterales por los que circula el aire perfectamente, por lo que estarán perfectamente ventilados.

¿Es necesario comprar un transportín?

El tema de comprar o no un transportín dependerá del modo de vida que tengamos: si somos de los que no viajamos no será necesario, sin embargo si lo hacemos, ya sea en coche, avión, tren o barco, hay que pensarse en adquirir uno, ya que va a ser el lugar perfecto en el que van a pasar el rato.

Para empezar si viajáis en coche, según la normativa de la DGT, los perros tienen que ir en un lugar separado del resto, como es el maletero. Sin embargo muchas veces nos encontramos que si llevamos las maletas, puede que nuestras mascotas no nos entren, así que un transportín será el lugar idóneo que podremos llevar dentro del coche con los pasajeros. Nos puede valer, en estos casos uno blando, pero pueden ser igual de cómodos si les ponemos una manta o un cojín. En mi opinión, puestos a gastar, mejor uno de este tipo que de los otros maleables.

En lo que se refiere a los otros medios de transporte, directamente va a ser requisito imprescindibleel que vayan en estos transportines rígidos, que no una vez más los blandos, o, en su caso, en jaulas, pero sinceramente, la idea del transportín a mi me gusta más, me parece que van más protegidos y seguros.

Además otra clara ventaja que nos vamos a encontrar con esta adquisición es que nos va a poder servir de caseta improvisada en nuestro lugar de vacaciones. Si somos de los que no llevamos todos los aparejos del perro allá donde vamos por una cuestión de espacio, éste será el lugar idóneo para que pase la noche, recordad que mejor cada uno en su sitio y nada de meterlo en la cama con nosotros.

Es importante recalcar, que la mayor parte de estos aparatos son desmontables, por lo que de acuerdo con las circunstancias y según la actitud de nuestro perro hacia ellos, porque no todos llevan bien eso de que les metan en ellos, podemos descubrirlo, de manera que tendremos una cunita perfecta para que descansen.

Tamaño

Como los hay de diferentes tamaños habrá que adaptarlo a su condición, de acuerdo con el de nuestro perro. Es mejor no comprar uno mayor del necesario por el mero hecho de que queramos darle más espacio, porque cuanto más grande sea más difícil de trasladar y de meter en los medios de transporte será. De hecho, tal es así que para llevar dentro de la cabina de un avión al perro, además de estar a las condiciones de la compañía, lo normal es que sólo puedan ir los de un tamaño relativamente pequeño, si no tendrán que ir en la bodega de carga con el resto del equipaje.

Homologación

Aunque será un tema que abordemos más adelante para determinar todo lo que necesitamos y cómo haremos posible que nuestro perro pueda viajar en aviones (aunque es aplicable también a barcos y trenes), ahora hay que subrayar la necesidad de que el transportín esté homologado por The Air Transport Association (IATA). Por lo tanto, a la hora de comprarlo, estad bien atentos a las especificaciones del fabricante y a que cuente con el correspondiente certificado de calidad que les permita viajes en estos medios de transporte.

Por todo ello, como podéis ver, no está tener un transportín rígido en casa, que además nos puede servir para otros usos como llevarle al veterinario, por ejemplo. Su precio será de lo más variado, los hay desde unos treinta euros a doscientos, como siempre eso ya es a gusto del consumidor y las posibilidades de nuestros bolsillos.