Una de las formas más habituales para desplazarnos en vacaciones cuando tenemos un perro es hacerlo en coche. Así, podemos parar cuando queramos, decidir la ruta más adecuada y estar atentos a las necesidades del animal.
Es cierto que, actualmente, cada vez hay mayores facilidades para que podamos viajar con nuestras mascotas en avión, en barco, en tren e, incluso, en autobús. Pero si sois de los que preferís hacerlo en coche, aquí os presento una serie de productos que harán la travesía más cómoda y segura.
Protección para el perro
Todos conocemos las rejillas que se incorporan al maletero del coche para separarlo del habitáculo y evitar que el animal tenga acceso a los asientos. Sin embargo, en vacaciones el maletero suele ir bastante lleno. Así, el perro debe ir en los asientos traseros y, si no lo llevamos en un transportín, debemos tomar algunas medidas.
Existen cinturones de seguridad diseñados exclusivamente para ellos. Se trata de correas que permiten asegurar a los perros en el coche y, al mismo tiempo, se pueden utilizar como arnés. Protegen al perro de accidentes en caso de frenadas en seco y le mantienen quieto reduciendo el peligro para nosotros. Eso sí, antes de utilizarlo, debéis aseguraros de que cumpla con la legislación vigente.
Otro elemento para evitar situaciones de peligro es una rejilla de aireación. A la mayoría de los perros les encanta sacar la cabeza por las ventanillas y eso en un viaje no es nada prudente. Así, acoplamos una de estas rejillas que se adaptan a las ventanillas traseras del lado derecho. Bajando un poco el cristal, se colocan en la parte superior y permiten que circule el aire.
Comodidad para el perro
Es muy importante que el animal disponga de agua fresca durante el viaje. Para ello, podemos disponer de un suministrador de agua que se compone de una botella y un recipiente que permiten que el perro pueda beber cuando quiera. La botella se acopla al bebedero y se puede cerrar, de tal forma que no se derrama absolutamente nada.
Transportar el pienso siempre es un problema, sobre todo si necesitamos mucha cantidad. Lo normal es que decidamos comprarlo en el sitio de destino; siempre sobra y, al final, por no cargar con él, optamos por tirarlo. Sin embargo, actualmente el mercado nos ofrece multitud de soluciones. Se trata de sets de viaje que permiten transportar el pienso perfectamente conservado pues lo mantienen fresco y protegido de la humedad. La mayoría disponen de bolsillos laterales para guardar juguetes o los útiles de aseo y muchos vienen acompañados de comederos plegables que permiten una fácil limpieza.
Para terminar, y si no queremos encontrarnos con sorpresas desagradables, podemos resguardar la tapicería del coche con mantas para perros que protegen de la humedad, la suciedad y los pelos.
No sabía que existían cinturones de seguridad para perros… ¿Cómo se enganchan? ¿En las tiendas de animales normales los tienen?
Yo tengo uno y es fácil encontrarlo. Aunque la verdad es que lo he usado poco. El maletero tiene propietario 😛
Juan, son como una correa corta que se engancha al propio cinturón del coche. Yo lo tengo desde hace bastante tiempo y me parece la mejor manera de mantener al perro controlado en el coche mientras viajamos. En cualquier sitio lo encuentras.
Yo lo tengo que se engancha directamente al arnes del perro. Lo venden con collar incluido tambien. Tengo amigas con perros grandes y su miedo era a la hora de un golpe, el perro puede irse asustado. Ellas ponian al perro en el maletero, una probo si podia pasar uno de estos cinturones de perro por algun hueco al maletero y si pudo. Si tienes cualquier golpe y da la casualidad que el maletero se abre, puede irse el perro, probar esta «solución», el precio del cinturon es muy poquito.
Eva, gracias por el apunte.
Yo no soy partidario de colocar al perro en el maletero, aunque es cierto que si el animal es grande muchas veces es donde mejor puede estar. Aunque si lo llevamos en el asiento trasero debemos tener mucho cuidado y elegir el complemento de seguridad más apropiado para evitar que nuestro animal sufra en el caso de que demos un frenazo brusco o que tengamos algún percance.