Las visitas y el comportamiento de nuestro perro


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Estamos en época de navidades y eso conlleva visitas y más visitas a casa, especialmente en fechas señaladas como Nochebuena y Nochevieja. Muchos de nosotros somos los que compartimos hogar con perros, y por desgracia, no todas nuestras visitas son tolerantes con los perros. De igual manera, todos los perros no son igual de tolerantes con las visitas: Dependerá del carácter y educación del animal que se porte como es debido.

Hay que tener en cuenta que nuestro perro está acostumbrado a vivir con nosotros, en un entorno familiar. Esto responde a que las personas con las que entabla relación en su día a día son las caras conocidas para él y todo lo demás, o bien le llamará la atención por ser desconocido, o bien le resultará una amenaza, en la que nuestro papel como dueños es lidiar con esa conducta y saber llevarla lo mejor posible, para que las visitas en casa sean interpretadas por nuestro perro como algo positivo.

¿Cómo actuar? Consejos de comportamiento ante visitas

Por una parte, que nuestro perro nos reconozca y se porte bien con nosotros no significa que nos vaya a hacer caso siempre. Este es un factor que dependerá de su educación, su carácter y la percepción de autoridad que tenga sobre nosotros. El dueño, de un perro debe ser siempre superior a él y su conducta debe responder a nuestras órdenes verbales y visuales, dejando las órdenes físicas en último lugar y como recurso in extremis.

No es conveniente pegar al perro por una mala conducta ante una visita. Como dueños tenemos que entender la forma de ver estos “nuevos extraños” para él y saberle explicar quiénes son y por qué deben comportarse correctamente ante ellos, ya que no son una amenaza. No es una tarea fácil, pero tampoco es una tarea de castigo físico. Por otra parte, es especialmente importante saber transmitir a las visitas el rol que tienen ante determinados perros. Esto es, en primer lugar, no alterar su estado natural, no intentar jugar con ellos ni mucho menos, pelear.

Tampoco es recomendable que las visitas alteren la alimentación del perro. Especialmente en estas fechas suele haber bastante comida ofrecida por casa, entre mantecados y turrones, cenas y comidas especiales. Las visitas no deben darle de comer cualquier cosa al perro y alterar su dieta pautada por el dueño, porque entre otras cosas, el perro cogerá una inesperada confianza que no le separará de la mesa.

El encierro es un elemento recurrente en estos casos. En momentos de enfrentamiento, gruñidas e incluso ligeras peleas en las que la situación se torna incontrolable (sobre todo si las visitas traen otro perro o mascota), se puede recurrir a encerrar al perro en una habitación en un caso de urgencia. si dicha habitación tiene una luz tenue (de una lámpara, por ejemplo) y tenemos opción de poner música clásica baja, el ambiente ayudará a la relajación del perro. Si por el contrario tenemos tiempo y conocimiento, podemos intentar familiarizar al perro con el nuevo ambiente, y de esta forma, estaremos educándolo también aprovechando las visitas.

1 comentario

  1. ladydreams

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