Dálmata: distinguido, enérgico y muy popular

Una de las razas de perros más conocidas incluso por los menos aficionados al mundo canino es, sin duda, el Dálmata. Este perro de tipo sabueso y de rastro es tremendamente popular por aparecer representado en el cine. Pero es que su aspecto, habitualmente blanco con manchas negras, es inconfundible.

Pero el Dálmata, más allá de su color, es un perro muy sociable y amistoso, pero también testarudo, resistente y de temperamento juguetón y necesita mucha actividad. Por lo que a pesar de que su aspecto podría ser el principal motivo para su adquisición, hay que conocerlo bien, puesto que detrás de sus conocidas motas hay un perro activo, insaciable y que llega los 30 kg. de peso.

Origen del Dálmata

Se sabe muy poco con certeza acerca de sus orígenes, pero no parece que sea originario de Dalmacia, a pesar de su denominación. Y hay varias hipótesis que plantean su origen y todas coinciden que se trata de una raza antiquísima, ya que hay representaciones egipcias de la raza e incluso aparece en pinturas, escritos y grabados desde el siglo XVI. Precisamente de una pintura en Dalmacia viene el origen de su nombre.

Su fama se extendió en Gran Bretaña donde eran usados por la clase alta, normalmente acompañando en jaurías a los carruajes como signo de distinción. Pero no es hasta la segunda mitad del siglo XIX cuando con las primeras exposiciones caninas el Dálmata empieza a formar parte de una de las razas populares y empiezan a aumentar clubes de raza en varios países: Canadá, Australia y Estados Unidos.

Curiosamente el Dálmata se convirtió en una raza de culto e icónica gracias al cine. Cuando en los años 60 Walt Disney lanzó ‘101 Dálmatas’, una película de animación que es todo un clásico desde entonces.

Características morfológicas y carácter del Dálmata

Como venimos incidiendo, su aspecto manchado lo hace inconfundible. Pero además, se trata de un perro de simétrico, de complexión atlética ya que es muy resistente y posee una gran velocidad en carrera, con una potente y larga zancada.

Su color característico de fondo es el blanco puro. Aunque si bien hay que resaltar que cuando nacen no están aún moteados, son cachorros sin sus peculiares manchas. Cuando crece le aparecen sus peculiares manchas distribuidas por todo el cuerpo. Y aunque el ejemplar que se nos viene enseguida a la cabeza es con las manchas de color negro, lo cierto es que las podemos encontrar en otros tonos, menos frecuentes (canela, marrón,…), pero que le siguen otorgando un aspecto único y de gran belleza y atractivo.

Son perros de raza grande, llegando a alcanzar los 60 cm y llegando a pesar unos 30 kg.

Y en cuanto al carácter podemos destacar que son de naturaleza enérgica, con gran tendencia al juego y la actividad, por lo que su adaptación a la vida en la ciudad y en un piso no resulta lo más recomendable, a no ser se le pueda dar una buena ración diaria de ejercicio. Es un perro muy sensible, cariñoso y que requiere de compañía humana. El Dálmata tiene mucho apego al hombre a pesar de tener independencia (y posee una gran capacidad para reconocer a las personas). Eso sí, también es terco y cuesta enseñarles y educarlos, sobre todo porque se aburren enseguida y exigen un estímulo permanente.

Asimismo cabe señalar que es una raza con un sistema de inmunidad débil, por lo que son propensos a ciertas enfermedades. También es frecuente que padezcan problemas en los ojos y también la sordera es uno de sus males más habituales. Con todo, es una raza muy atractiva y que sigue manteniendo ese aire de distinción de antaño.