Si nos encontramos con una raza de perro llamada Groenendael, a priori seguro que no nos suena de nada. Pero si os digo que ese es el nombre “oficial” de lo que todos conocemos como Pastor Belga, seguro que te suena. Este precioso y amigable perro es un excelente guardián dedicado a su trabajo de pastor, aunque debido a su noble carácter, es muy utilizado como perro familiar y de compañía. Aspectualmente son muy bonitos y tienen un tupido pelaje, que puede ser negro absoluto (variante original de la raza) o color fuego (variante más común).
Como todos los perros de pelaje tupido, el Pastor Belga aguanta muy bien el frío, por ello que hablemos de él en esta época. De hecho, y como curiosidad a nivel histórico, ejerció una importante función en la Primera Guerra Mundial, en donde fue empleado como mensajero y perro de carga debido a sus buenas cualidades de resistencia. Su personalidad es muy humana y sosegada, por ello que sea empleado también en la actualidad como perro de terapias, de asistencia e incluso, de rescate.
Serenos e inteligentes, así son los Pastores Belgas
La cualidad que más destacaría de esta raza es su humanidad y fidelidad. Quizás sea el ejemplo perfecto de perro incondicional que todos tenemos en mente. Obediente y tranquilo, aunque complicado de educar, los Pastores Belgas pesan cerca de unos 30 Kg, son medianos-grandes pero muy manejables. Tienen un tupido pelo que mudan completamente dos veces al año. Existen cuatro variedades de pastor: El Groenendael (negro), Tervuerense (marrón y fuego), Malinés (marrón muy claro) y el Laekenois (marrón-gris de pelo medio duro).
Sus innatas dotes de guardián de rebaño nunca se olvidan, por lo que lo convierte en un ávido perro de vigilancia de fincas. Perro rústico, capaz de soportar tanto calurosos veranos como nevados inviernos, requiere de un abundante ejercicio que el sólo realizará en libertad de forma diaria. Es un buen perro para los niños y su carácter protector es impresionante. Suelen tener unas camadas en torno a 8-10 cachorros.
El Pastor Belga tiene una esperanza de vida media de unos 14 años, algo muy superior a la media de otras razas. Personalmente, tengo un precioso Pastor Belga de 16 años que ha sobrevivido a muchas tragedias y apenas ha padecido enfermedades en su vida en comparación con todo lo que podía haber pasado, aunque merecen especial atención con los temas de displasia de cadera. Es una raza dura y resistente a la intemperie, fiel y agradecida constantemente a su dueño en cualquier situación.
Son estupendos y es cierto que tienen un carácter buenísimo. Al menos los que he conocido.
Me ha encantado todo lo que nos has contado sobre esta raza tan fiel, una gran desconocida para mí… gracias por compartir el magnifico relato que vivisteis con vuestro pastor belga en la fosa, sin duda, una historia para no olvidar nunca.