La historia de Hachiko es sobradamente conocida pero no por ello menos sobrecogedora. Es, aún hoy día, el perro más conocido de Japón y razones no le faltan. Dio una muestra de lealtad difícilmente comprensible y una lección de la afinidad y amistad que un perro puede alcanzar con su dueño.
Hachiko es hoy día sinónimo de lealtad y un ejemplo universal. Recientemente ha tenido una película que contaba su peculiar historia y que lo ha vuelto a poner en la memoria de muchos. Pero conozcamos un poco más sobre Hachiko.
¿Quién era Hachiko?
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Fue un perro de la raza Akita Niru que nació en 1923 en el norte de Japón. Era un macho y poseía un pelo de intenso color blanco. Siendo un cachorro llegó a la vida de Eisaburo Ueno, un profesor universitario que lo acogió y demostró ser un dueño bueno, entrañable y muy cariñoso con Hachiko. Hasta aquí es la historia de una buena empatía entre mascota y propietario, una simbiosis que se gesta desde el primer momento y con el tiempo, la compañía y una relación excelente.
Lo extraordinario de Hachiko se albergaba en su interior. Un perro que adoraba a su dueño y que cada día lo acompañaba hasta la estación de Shibuya, donde Eisaburo cogía el tren camino de la Universidad para trabajar. Esta rutina de acompañarlo a diario se convirtió en todo un ritual para el animal. Tanto fue así que las personas que fueron testigos mudos durante esa época atestiguaban el enorme vínculo y amistad que unía al profesor con su mascota.
¿Por qué se hizo famoso?
Tras un tiempo, un buen día mientras Hachiko esperaba a su amo en la estación, como de costumbre, éste no regreso. Un fatal desenlace le asestó. Una hemorragia cerebral acabó con su vida mientras daba clase en la Universidad. Pero Hachiko, no se movía de su lugar habitual.
Pasaron los días, las semanas y los meses. Cada día Hachiko seguía acudiendo a la estación a la hora habitual para esperar, que de una vez, su amo apareciese para recogerle. Lo extraordinario del caso y por eso se ganó la tremenda popularidad es que la devoción del animal a su dueño le hizo acudir cada día a su cita durante años. Algo que no pasó desapercibido y generó admiración. Así, Hachiko se convirtió en el perro fiel. Tan grande fue su fama que en 1934, se erigió una estatua de bronce en la estación de Shibuya y él estuvo presente.
Casi un año después, Hachiko falleció y su cuerpo fue encontrado frente a la estación tras esperar sin éxito a su amo durante una década. Su cuerpo está disecado en el museo de Ciencias Naturales del distrito de Tokiota. Y cada año, el día 8 de abril, se conmemora a Hachiko en la plaza frente a la famosa estación. Curiosamente, la estatua del perro fiel es hoy un día un lugar muy popular en Tokio y punto de encuentro habitual.
Hachiko en el cine
Naturalmente esta historia era bien merecedora de una versión cinematográfica y así en 1987, se realizó la producción japonesa ‘Hachiko monogatari’ (‘La historia de Hachiko’). Una película conmovedora, un drama que no escatimaba en resaltar la fidelidad del animal y apelar a la lágrima del espectador.
Años después, en 2008, Hollywood se encargó de realizar el remake ‘Siempre a tu lado (Hachiko)’que obtuvo un sonado éxito de crítica y público. Estaba protagonizada por Richard Gere y retomó la peculiar historia de fidelidad extrema de este perro inolvidable.
OH! me encanta esta historia! La verdad es que tanto la película japonesa como la americana merecen mucho la pena y más si eres amantes de los animales.
En Cádiz hemos tenido hace unos años un caso similar: el perro Canelo. El dueño se lo llevó una ambulancia y murió en el hospital y el perro persiguió a la ambulancia y se quedó durante 12 años esperando la salida de su dueño en un callejón que a día de hoy lleva su nombre. Os dejo un enlace por si quereis saber algo más:
http://www.maskotasdelbarrio.com/noticias/?p=475
Hasta la televisión alemana se interesó por el caso cuando aún vivía.