Yorkshire Terrier, el lujo de tener una mascota


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Yorkshire-Terrier

Decidirse por un Yorkshire Terrier es un valor seguro. Belleza, simpatía, osadía en la defensa del hogar y un reducido tamaño, le convierten en la mascota ideal. Eso sí, en los perros de esta raza su talla es inversamente proporcional a su personalidad, fuerte y enérgica, por lo que debemos ser muy cuidadosos con su educación.

Como otros muchos, este Terrier ha pasado de ser un perro de trabajo a una de las mascotas por excelencia y, a pesar de conservar el típico carácter de sus antepasados, hoy es uno de los canes más populares del mundo.

Existen diferentes hipótesis sobre su origen pero no hay duda de que se trata de una creación británica producto de la Revolución Industrial en los condados de York y Lancaster. El debate surge al tratar de concretar las razas que contribuyeron a su aparición. Cuando en la época victoriana muchos obreros escoceses se vieron obligados a emigrar a Inglaterra para encontrar trabajo, se llevaron consigo a sus pequeños Scottish Terriers. Establecidos en el condado de Yorkshire, se cruzaron con Terriers locales y de esta mezcla surgió una nueva raza llamada Broken-haired Scotch Terrier (hasta 1870 no fue bautizado como Yorkshire Terrier) que pronto sería muy popular gracias a su labor como exterminadora de ratas en las fábricas y las minas. Posteriormente, se mejoró a través del cruce con otras razas pero no hay acuerdo en cuáles intervinieron.

Los primeros Yorkis fueron más grandes que los actuales, muchos llegaron a pesar siete kilos, y carecían de la elegancia por la que hoy son famosos. Pero no tardaría en hacerse popular como perro de compañía y, por esta razón, los programas de cría se encaminaron a una reducción de la talla.

Carácter del Yorkshire Terrier

En el Yorki la influencia del entorno es más intensa que en otras razas dado que su pequeño tamaño y su aspecto frágil hacen que su participación en la familia sea mayor. Esto provoca que muchas veces sufran de sobreprotección, lo que puede transformarles en adultos esquivos, introvertidos, tímidos o agresivos. No hay que dejarse engañar por su tamaño ya que es un perro de mucho carácter que necesita una educación rigurosa. Posee una salud de hierro y está dotado de una gran longevidad.

¿Qué cuidados necesita el Yorki?

Para tener a nuestro Yorkshire Terrier en perfectas condiciones debemos bañarle con agua templada, lavarle con un champú muy suave y aplicar acondicionador. Es muy aconsejable cepillarle todos los días durante, al menos, cinco minutos. Para que luzca un aspecto inmejorable, cuando el pelo esté desenredado se realiza una raya con el peine a lo largo de la espina dorsal separándolo en dos partes, una a cada lado del cuerpo.

No hay que olvidarse de cepillarle la cabeza. Una vez al mes es recomendable cortar el pelo de las orejas de manera que conserven su forma en “v” y, con la misma frecuencia, habrá que arreglar el pelo de los pies para que tengan un aspecto redondeado. Si queremos exponerlo en concursos los cuidados deben ser más exhaustivos.

Adquirir un Yorkshire

El auge de esta raza ha provocado un empobrecimiento de ejemplares y la aparición de criadores sin escrúpulos que tratan de engañar con una clasificación por tamaños que no existe. Por ello, lo más aconsejable es acudir a un criador especializado y de confianza.

El estándar del Yorkshire Terrier establece el peso máximo en 3,1 kilogramos y, al ser tan reducido, no existe una correspondencia entre peso y alzada como para hacer una división por tamaños. A nivel popular se ha creado una clasificación engañosa que ha llegado a distinguir entre Yorkshire Terrier “miniatura”, “estándar”, “súper miniatura”, “minitoy”, “toy”, “supertoy”, “enano”, “gigante”… pero estas distinciones no existen.

Algunos de estos términos pueden hacer referencia a ejemplares extremos, que no son tipos de Yorkshire Terrier, sino excepciones que surgen en la cría o, en algunos casos, individuos producto de una cría indiscriminada, masiva, poco responsable e incontrolada. En estos casos se utilizan hembras con un peso excesivo a las que en las últimas semanas de gestación se les reduce al mínimo la alimentación para que los cachorros nazcan más pequeños, lo que sólo puede traer graves problemas de salud tanto para la perra como para las crías.

Un padre que pese 900 gramos no necesariamente engendrará crías de este tamaño pues puede ser el más pequeño de su camada pero potencialmente está capacitado para producir ejemplares de mayor tamaño. En el caso de las hembras, nadie con sentido común cruzaría una hembra de 900 gramos pues las condiciones físicas de este ejemplar lo hacen totalmente desaconsejable.

La importancia del color en el Yorki

El color es el punto fuerte del Yorkshire Terrier y nos puede servir de guía a la hora de elegir a nuestro cachorro. En este aspecto es una raza única y su distribución es algo complicada. Al nacer tienen el pelo de la espalda negro y las patitas, cabeza y bigotes algo dorados. Con la edad van cambiando el color hasta que cumplen los dos o tres años, momento en que adquieren el característico color azul acero en la espalda y el dorado en las patitas y la cabeza. Existen perros de color negro o plateado pero están fuera del estándar.

Lo que se denomina azul es un color acero oscuro que no se debe confundir con el negro; el dorado, que no rojo, se compone de tres tonos distintos: más oscuros en la raíz que en la parte media y más claros en las puntas. Desde el occipucio (la nuca) hasta el rabo, el color es azul acero y nunca debe estar entremezclado con otros colores; el rabo es algo más oscuro.

El dorado de los bigotes y de los costados de la cara es un poco más oscuro que en la cabeza, se aclara gradualmente hacia las puntas y en las orejas es más intenso. Las patas delanteras son de color dorado intenso hasta los codos y las traseras hasta las rodillas. El pecho es dorado intenso con sus tres tonos.

Los cachorros nacen negros y dorados pero hay dos tipos de negro: el mate y el brillante. En este último caso el cachorro suele permanecer negro toda la vida. El dorado debe ser lo más limpio posible tanto en la cabeza como en las patas. Los cachorros se aclaran lentamente pero se puede apreciar el cambio en el cuello, los hombros y las patas traseras.

El color correcto suele ir unido a una textura que se asemeja a la seda. Es un pelo que pesa y es frío al tacto. El perro negro, sin embargo, tiene una textura lanosa y mucha cantidad. Por su parte, el perro gris, que no es ni negro ni azul, suele tardar mucho en aclararse y tampoco es un color deseable.

4 Comentarios

  1. humarojo83
    • escosadeperros
  2. reveil
    • Pati

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