A través de fotos@escosadeperros.com seguimos conociendo nuevos amigos y esperamos que continuéis compartiendo con nosotros vuestra experiencia al lado de estos maravillosos seres. Con ello, no sólo descubrimos a preciosos ejemplares con historias increíbles, sino que contribuís a que muchas personas se animen a tener una mascota.
Esta semana Nana y Pluto, dos hermosos Boxers, son los encargados de hacernos olvidar por un instante que se termina el fin de semana.
Víctor es el orgulloso dueño de Nana, una Boxer que ya cuenta con un año y medio de edad. Procedente de una camada que su dueña cuidaba con esmero, Nana no fue del agrado de quienes quisieron hacerse con un ejemplar, porque era la única de color atigrado.
Sin embargo, Víctor se enamoró de ella nada más verla y reconoce que a él era la que más le gustaba. Tras dieciocho meses en casa, su dueño asegura que su mujer y él viven felices al lado de una perra que es una más de la familia.
Fueron las sobrinas de Víctor, quienes eligieron el nombre de Nana en honor a la perra del cuento de Peter Pan y fue bautizada con agua del río Jordán.
En cuanto a su educación, su dueño asegura que se trata de una perra muy equilibrada aunque también hace de las suyas: “rompe algunas macetas y le apasionan los calcetines”, nos cuenta.
Nana es una perra con suerte pues Víctor y su mujer la llevan a dar largos paseos por la montaña los fines de semana y, los días laborables, sale a correr con su dueño. Además, le encanta sentarse a los pies de sus amos todas las noches para ver la televisión, “eso sí, siempre en contacto con nosotros; ya sea con una pata o con el cuerpo, pero siempre en contacto”, dice Víctor.
Pluto
Desde Málaga, Rosa nos presenta a Pluto. Este Boxer, que ya ha cumplido tres años, no tuvo mucha suerte con su primera dueña. A los seis meses, dejó de ser un bonito cachorro para convertirse en un perro grande y activo por lo que su ama decidió que debía vivir en el campo.
Después de pasar por varias familias, terminó casi abandonado y permanentemente atado con una cuerda de no más de un metro. Así lo encontró el marido de Rosa, que no dudó en llevárselo a casa para que hiciera compañía a Xena, también de raza Boxer, adquirida en un criadero.
Al poco tiempo, a la manada se sumó un nuevo miembro, Wanda, uno de los hijos de Xena que regresó a casa después de que quien iba a ser su dueño la rechazara. En la foto superior vemos a los tres: (de izquierda a derecha) Wanda, Xena y Pluto.