Teniendo en cuenta que al perro le vamos a tener que administrar en más de una ocasión un tratamiento oral a base de pastillas, ya sea por medicación como simplemente por desparasitación o el típico comprimido para evitar los mareos, no está de más saber cómo hacerlo. Parece fácil, pero todo depende del animal. Además de cierta maña requiere tener algunas consideraciones previas para que la ingesta sea fácil y sobre todo no sea molesta para el perro.
Consejos utiles para administrar pastillas
Aquí vas a encontrar
Sabemos que son muy listos y no siempre acogen de buen grado tragarse una pastilla por pequeña que sea. Por lo tanto, debemos hacer muestra de cierto ingenio y alguna que otra táctica para lograrlo. Vamos a repasar tres consejos útiles para dar pastillas a los perros.
Introducirle la pastilla en la garganta
Si nuestro es perro es dócil, el método más seguro e inmediato es darle nosotros mismos la pastilla. No resulta difícil. En posición de sentado le sujetamos la cabeza por arriba y lo ponemos mirando hacia arriba. Con esa misma mano, sobre el puente, le agarramos con los dedos la mandíbula y le presionamos ligeramente para que abra la boca. Una vez abierta (a veces hay que esperar a que se tranquilice) le introducimos velozmente el comprimido en el fondo de la lengua y cerramos su boca de inmediato. Le aguantamos con la mandíbula cerrada mientras le damos una caricia en la garganta hasta que notemos que se la ha tragado.
Luego le podemos dejar que beba agua y lo vigilamos por si regurgita o la vomita. Este es el método ideal, sobre todo si lo acostumbramos desde pequeño.
Ocultarla en alimento
Si nuestro perro es de los que ya sabe de qué va el asunto y no le ha gustado, seguro que nos huirá en cuanto huela y vea una pastilla que le acercamos con nuestra sonrisa más cariñosa. Hay un truco simple para aquellos a los que más les cuesta: esconderla en un alimento que le guste. Suele ser infalible.
Sacamos esa lata de pienso húmedo, un trozo de salchicha, un quesito o un trozo de comida untada con paté o lo que más le guste y con mucho cuidado la ocultamos dentro en un trozo no muy grande que pueda comerlo con facilidad. Si la pastilla es grande y la boca de nuestro perro pequeña, tendremos que trocear la pastilla en dos o tres partes y hacer la misma operación y dárselo en varias tomas.
Pero ojo, lo ideal es que el pienso o trozo de comida sea algo muy apetecible para él y no piense que lo estamos engañando, así el olor camuflará el comprimido que no suele tener un olor llamativo. También tener cuidado de que la pastilla no sea vea cuando la ocultemos. Se lo dejamos en su escudilla o su lugar de comida y lo dejamos. Con probabilidad se la tragará sin darse ni cuenta.
Pulverizar la pastilla
Si no conseguimos que la coma ocultándola en alimento, sólo nos queda la opción de machacar con cuidado el comprimido o si es una cápsula extraer su contenido. Con este polvo se la podemos disolver en el agua, en muy poca cantidad y esperamos que se lo tome. También se lo podemos introducir en la lengua, ya que al ser en polvo no podrá escupirla y acabará relamiéndose y tragándose el medicamento.
Pero no nos olvidemos que darle una pastilla a nuestro perro es algo que deberíamos acostumbralo desde cachorro, lo cual supondrá una enorme ventaja, ya que se acostumbrará y lo verá con normalidad. Un perro difícil que haya pasado varios malos tragos y muerda nos obligará a ver una medicación alternativa aunque no siempre es posible.
Existe una cuarta variante (mezcla de la primera y de la tercera). Hay una jeringas de la cual, su punta es blanda y flexible. Simplemente tienes que llenarla de agua (cómo una normal) y en la punt blanda puedes poner la pastilla entera, a trozos o en polvo mezclada con el agua. Se lo metes al perro por un lateral de la boca y listo. De esta forma es más dificil que expulse la pastilla pues esta va con líquido cuando va entera. Si alguien está interesado puedo decirles donde conseguilo…
Hola Eduardo,
A mi megustaria saber donde obtener las jeringas para las medicinas de los perritos. Lo que yo hago es, como dice una de las opciones, moler las pastillas y se las mezclo con comida. Todas las manianas ese es su desayuno =). No se si vivamos en el mismo pais para comprar las jeringas… Saludos!
Las jerigas para medicinas si vives en Donostia-San Serbastián las puedes encontrar en la tienda KATAMOTZ de la calle Narrika 23. Si eres de fuera tienes la página http://www.katamotz.com y el mail katamotz@katamotz.com donde te informarán.
Yo, la verdad, es que nunca he tenido problemas para darles las pastillas, lo más práctico en mi caso ha sido usar la primera de las opciones que planteas. Sin embargo, mi perro actual es buenísimo porque se las pones delante del hocico y se las come sin más.
Lo primero es saludaros por el regreso al blog.
El tema de pulverizar la pastilla y/o dársela disuelta no me convence demasiado, entre otras cosas, porque supongo, que al igual que en el caso de las pastillas para humanos, algunas pastillas están diseñadas para irse disolviendo lentamente o en otras partes del organismo (intestino en lugar de estómago), por supuesto que menos es nada y cuando no se puede dar de otra manera no queda más remedio, pero creo que habría que dejar este método como último recurso (en vuestro listado también está el último 😉 )
Lo ideal, como has dicho, es enseñar al perro desde que es cachorro a poderle enredarle en la boca y así poderle limpiar los dientes con facilidad, quitarle cualquier cosa que coja y por supuesto poder darle la medicación en caso necesario… claro que no siempre tenemos a un perro desde que es cachorro 🙂
Yo a Mayita la engaño, hago que la quiero dar algo y luego se lo quito, eso la da mucha curiosidad y al final, se la come.